EME - Ajuda d´emergència-ajut humanitari

CAMPAÑA DE EMERGENCIA. RESPUESTA A LOS EFECTOS DEL TERREMOTO EN ECUADOR: FASE DE RECONSTRUCCIÓN

Número:
2938
Estado:
Cerrado
Beneficiario:
PGE - Població general
País:
EQUADOR
Área geográfica:
AMÈRICA DEL SUD
Importe del proyecto:
101.554,36 Euros
Aportación del Fons:
101.554,37 Euros
Entidad ejecutora:
FONS CATALÀ DE COOPERACIÓ AL DESENVOLUPAMENT
SINOPSIS:

El pasado sábado 16 de abril de 2016 por la tarde, un terremoto de magnitud 7,8 grados en la escala de Richter sacudió el Ecuador. El seísmo, el peor que se ha producido en Ecuador en los últimos 30 años, tuvo su epicentro en el océano Pacífico, a 28 km de la costa ecuatoriana y a 173 km de la capital, Quito. Desde entonces se han sentido casi 200 réplicas, algunas de una intensidad de hasta 6,1 grados, que se podrían ir repitiendo los próximos días. El terremoto también provocó una alerta de tsunami en países vecinos como Colombia, Perú y Chile, que pudo ser desactivada poco después. Al menos 272 personas han muerto y más de 2.500 han resultado heridas, pero las autoridades han declarado que habrá muchas más para que los equipos de rescate aún no han conseguido llegar a las zonas más afectadas. Las localidades de Manta, Portoviejo y Pedernales (zona norte de la provincia de Manabí) se encuentran entre las más afectadas. Manta es el segundo puerto marítimo del país y una ciudad en crecimiento con edificios junto a la playa; Portoviejo es una ciudad de costa interna que se dedica sobre todo al comercio y la reparación de vehículos y motocicletas, con casas de poco más de dos o tres plantas. Pedernales, la más afectada, es una ciudad turística, con hoteles de playa, pero también con edificios poco altos. El Gobierno, sin embargo, ha decretado el estado de excepción en todo el Pais.com que hoy los ciudadanos ecuatorianos son también ciudadanos de nuestro creemos que la cooperación municipalista tiene una responsabilidad de acompañar los procesos de reconstrucción postemergencia en su país de origen. Sin duda, esta catástrofe ha puesto a prueba la capacidad de prevención, planificación y respuesta de las autoridades y organismos responsables y esta dura experiencia será de gran ayuda para avanzar en políticas y programas que, en el futuro, minimicen aún más los daños y las pérdidas humanas. Lo que queda en evidencia, como siempre, es que el mundo local, pasada la catástrofe, es quien debe liderar la reconstrucción del territorio afectado, no sólo las infraestructuras, sino también el tejido social. En cuanto al patrón de respuesta desde el mundo local y la implementación de una estrategia adecuada y coherente con nuestro mandato, hay una serie de elementos clave a considerar: transparencia de la gestión, coordinación y concertación con los actores y descentralización de las decisiones, actuaciones, responsabilidades y medios. Partiendo del mandato municipalista del Fondo Catalán, la identificación e implementación de la respuesta de reconstrucción debe ser en clave local. Esto implica hacer énfasis en la participación de los municipios y las entidades ecuatorianas, así como en los medios locales para hacer frente a la postemergencia sin deslegitimar los actores locales. En este marco el Fondo Catalán está identificando una respuesta a la crisis humanitaria de Ecuador orientada a la mitigación de riesgos y la gestión del territorio, en clave de reconstrucción y prevención de riesgos y desastres. Estas acciones necesitan, entre otros, trabajar para la apropiación del riesgo por parte de la ciudadanía y la promoción de una norma de gestión del territorio y de su implementación. Ambas acciones son competencias municipales y sitúan los gobiernos locales como actores activos del proceso de reconstrucción del territorio que gobiernan. En este sentido, se prioriza el trabajo con los actores locales que son los verdaderos actores en el impulso de su propio desarrollo y que las acciones se lleven a cabo en coordinación directa con los gobiernos locales y la sociedad civil organizada presentes en los territorios afectados. Eñ objetivo es poder garantizar al máximo que los recursos lleguen oportunamente a los territorios afectados y con visión de proceso. En este sentido la coordinación con los actores locales debe ser directa y las propuestas de ayuda deben generarse a partir de las necesidades de la población damnificada. Así, el Fons Català llama a los ayuntamientos e instituciones supramunicipales a sumarse.