RESPUESTA A LOS EFECTOS DEL HURACÁN IRMA A SU PASO POR EL CARIBE: FASE DE RECONSTRUCCIÓN

El huracán Irma, uno de los más potentes y grandes que se han formado en el océano Atlántico con una categoría máxima de 5 y vientos de hasta 295 km / h, tocó tierra a Barbuda el 4 de septiembre, avanzó con fuerza devastadora por el Caribe y arrasó las Antillas, Puerto Rico, República Dominicana y Haití, Cuba y Florida. Según France Presse el huracán ha dejado un balance de al menos 40 muertos, cientos de heridos y cuantiosos y dramáticos daños materiales.

Los principales datos en relación con las afectaciones que han sufrido los países con los que el Fondo Catalán trabaja son:

En CUBA, el Gobierno ha confirmado un total de 10 personas muertas a causa del huracán. Los daños materiales son cuantiosos y significativos. El paso del huracán ha afectado prácticamente toda la isla, especialmente La Habana, Villa Clara, Camagüey y Ciego de Ávila. La Habana ha sufrido olas de 11 metros e inundaciones por entradas del mar, que han afectado a la infraestructura eléctrica, 400 escuelas, hospitales, infraestructuras productivas y viviendas. 15.000 personas de los municipios cercanos al Malecón de La Habana han sido desplazadas. Según OCHA, los daños en la agricultura son extremadamente graves, se han destruido cosechas y unidades productivas. En la provincia de Holguín los municipios más afectados son Antilla, Banes, Gibara y Rafael Freyre. El impacto del huracán sobre la economía cubana es dramático. Según Reuters el coste de la reconstrucción y las posibles pérdidas en sectores como el turismo y la agricultura, son un golpe muy fuerte para Cuba, que debe responder a acreedores y proveedores. La Defensa Civil de Cuba, integrada por vecinas y vecinos y cuerpos de seguridad, se ha encargado de la gestión de la crisis, todo evacuando de las zonas de riesgo un total de 2 millones de personas bajo el principio de salvar el máximo de vidas. Las Brigadas de Recuperación están actuando en todo el territorio afectado.

HAITÍ recibe el huracán Irma inmerso en un proceso complejo de recuperación tras el paso del huracán Matthew de categoría 3 que dejó un balance de 573 muertos y el rebrote del cólera en las zonas afectadas. Esta vez, a pesar de haberse entregado los peores efectos del huracán, las regiones del norte se han visto gravemente afectadas: hay más de 10.000 personas ubicadas en refugios temporales. Según OCHA, los sectores más afectados y con necesidades más graves identificadas son salud, agua, saneamiento e higiene, agricultura y ganadería, medios de vida, seguridad alimentaria, refugio y educación. El huracán ha afectado directamente a los medios de vida y las actividades productivas agrícolas, de pesca y de medianas empresas de las zonas afectadas. La reactivación de la epidemia de cólera es una amenaza preocupante.

La REPÚBLICA DOMINICANA activó un plan para evacuar hasta 900.000 personas. La INAPA informa que hay 30 acueductos afectados con consecuencias dramáticas sobre el acceso al agua potable para 1.236.860 personas (12% de la población total). Hay 24.000 personas desplazadas y ubicadas en refugios temporales. El huracán ha afectado directamente a los medios de vida y las actividades productivas agrícolas, de pesca y de medianas empresas de las comunidades impactadas por su paso.

Esta situación hace prever una necesidad importante de inversiones para poder recuperarse de los efectos del huracán en un plazo medio. Tras las tareas de actuación urgente en la primera fase de emergencia, habrá que hacer un importante esfuerzo para la reconstrucción y la rehabilitación de los territorios afectados, desde un enfoque de prevención de riesgos y desastres.

Partiendo del mandato municipalista del Fons Català, la identificación y la implementación de la respuesta de reconstrucción debe ser en clave local. Esto implica hacer énfasis en la participación de los municipios y las entidades de estos países, también como en los medios locales para hacer frente a la postemergencia sin deslegitimar los actores locales

El objetivo es poder garantizar al máximo que los recursos lleguen oportunamente a los territorios afectados y con visión de proceso. En este sentido, la coordinación con los actores locales debe ser directa y las propuestas de ayuda deben generarse a partir de las necesidades de la población damnificada.

Como ya sabéis, el Fons Català tiene experiencia de trabajo con municipios de estos países, acompañando procesos de reconstrucción en emergencias anteriores y haciendo énfasis en la necesidad de fortalecer las estructuras de prevención locales y construir ciudadanía activa e instituciones locales fuertes.