APOYO A LA POBLACIÓN REFUGIADA Y EMIGRANTE DE VENEZUELA EN PAÍSES VECINOS

El Ayuntamiento de Mataró ha instado al Fons Català a "abrir una Campaña de ayuda de emergencia en favor de los desplazados de Venezuela hacia los campos de refugiados instalados en países vecinos".

Según datos de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), desde el año 2015, unos 1,6 millones de personas han marchado de Venezuela. ACNUR predice que 1,8 millones de personas dejarán el país en 2018.

ACNUR Venezuela

Los datos de ACNUR y de la Regional Inter-Agency Coordination Plataforma para refugiados y migrantes de Venezuela, muestran que el número de peticiones de asilo ha aumentado este año. Entre los años 2014 y 2018, 346.000 venezolanos han solicitado asilo en países vecinos (sobre todo en Perú, que en estos momentos es el principal país de acogida, con 133.400 peticiones de asilo tramitadas desde el año 2014). Adicionalmente, entre 2015 y septiembre de 2018, más de 966.000 peticiones de visados temporales o permanentes y otros mecanismos de regularización han sido solicitados por venezolanos. Colombia, con el apoyo de ACNUR y la OIM, ha registrado 442.462 personas venezolanas, el 98,8% de las que no tienen acceso al sistema de salud y sólo un 48,7% de los niños están escolarizados. Según las oficinas de Migración colombianas 935.593 venezolanos han entrado en Colombia durante el 2018, casi el doble de los que entraron en 2017 (470.000). Brasil ha reubicado 527 venezolanos de las zonas fronterizas, que sufren una gran presión, en ciudades como Sao Paulo, Manaos y Cuiabá. Más de 340.000 venezolanos han entrado en Ecuador desde principios de 2018, con una tendencia creciente en comparación con los 287.000 registrados para todo el año 2017. Los gobiernos de Brasil, Ecuador y Perú han declarado el estado de emergencia en los puntos de entrada donde han iniciado operativos para responder a necesidades humanitarias urgentes, salud pública y protección.

ACNUR instó a los países de la región a brindar asilo y protección a la población venezolana desplazada, desde un mandato humanitario y no político. Las respuestas, sustentadas en acuerdos vigentes, deben estar guiadas por el principio que brindar protección internacional es un acto humanitario y no político.

La situación es altamente alarmante. Se ha incrementado el grado de vulnerabilidad de las personas refugiadas y migrantes de Venezuela, que afecta de manera especial a los niños y las mujeres en las rutas de tráfico. Hay una necesidad sentida de asistencia humanitaria urgente y de protección para prever otros riesgos como violencia basada en género, tráfico humano y xenofobia.

En este contexto, el Fons Català identificará la respuesta de emergencia directamente con entidades humanitarias que están trabajando sobre terreno en los países vecinos mencionados.