RESPUESTA A LOS EFECTOS DE LAS INUNDACIONES Y AVALANCHAS EN PERÚ Y COLOMBIA: FASE DE RECONSTRUCCIÓN

Desde finales de enero de 2017, se ha configurado un fenómeno "Niño Costero" causado por un incremento abrupto de la temperatura superficial del mar, lo que ha provocado fuertes lluvias y tormentas que han derivado en inundaciones y otros fenómenos asociados como tormentas eléctricas, fuertes vientos, deslizamientos de lodo y piedras. Este fenómeno está previsto que se alargue los próximos meses con consecuencias graves por el territorio.

En Perú, las fuertes lluvias han generado inundaciones y deslizamientos de lodo y piedras que han afectado 24 de las 25 regiones del país. 13 regiones ha sido declaradas en estado de emergencia, 12 en la costa y una en la cuenca amazónica. Siete Regiones han sido declaradas en emergencia sanitaria por el riesgo de epidemias. Hay daños graves en infraestructura de vías y espacios públicos. Según datos de la OCHA de Naciones Unidas, desde diciembre de 2016 hay 639.000 personas afectadas y 72.115 personas damnificadas, 62 personas han perdido la vida, 18.000 viviendas colapsados e inhabitables, 7.000 Ha. de cultivos perdidos y 928 escuelas afectadas.

En el municipio colombiano de Mocoa, departamento del Putumayo, los desbordamientos de los ríos Mocoa, Sanguyaco y Mulato y la quebrada taruca, han provocado inundaciones y deslizamientos de lodo y piedras que, hoy en día, ha dejado un balance de 238 personas que han perdido la vida, 203 heridas, 220 desaparecidas, más de 300 familias afectadas, cinco escuelas dañadas y 25 viviendas destruidas (datos de Cruz Roja Colombiana). En este momento se continúa con la consolidación del censo de población afectada. Se prevé que el número de víctimas pueda crecer. Se están movilizando operaciones de respuesta a la emergencia por parte del Gobierno nacional, autoridades locales y ONG humanitarias. Se han establecido refugios donde hay alojadas 1.700 personas damnificadas.

El acceso a alimentos, productos de primera necesidad y combustible es extremadamente difícil, y se desconoce la fecha de restablecimiento de los servicios de agua y energía. Los municipios afectados y el resto de las autoridades se están implicando en la respuesta de emergencia a través de la distribución de alimentos y agua potable. A pesar de que hay más de 15 entidades con mandato humanitario implicadas en operativos de respuestas de emergencia, según datos de la OCHA, hay necesidades identificadas en diferentes sectores que piden apoyo urgente.

En ambas emergencias, será el mundo local, pasada la catástrofe, quien deberá liderar la reconstrucción del territorio afectado, no sólo las infraestructuras, sino también el tejido social. Por ello, partiendo del mandato municipalista del Fondo Catalán, la identificación e implementación de la respuesta de reconstrucción debe ser en clave local. Esto implica hacer énfasis en la participación de los municipios y las entidades peruanas y colombianas, también como en los medios locales para hacer frente a la postemergencia sin deslegitimar los actores locales.

Por esta razón y vista la situación generada y la demanda de ayuda internacional, el Fons Català llama a los ayuntamientos e instituciones supramunicipales a sumarse a este proceso de reconstrucción y de apoyo a la población damnificada.